Se trata de un síndrome que se caracteriza por alteraciones sociales y de comunicación, así como falta de interés y capacidad restringida en cuanto a la realización de diversas actividades. Los niños con este síndrome diagnosticado tienen que ser tratados de la forma adecuada para que su aprendizaje llegue a desarrollarse con normalidad ya que su capacidad intelectual así lo permite.
Las pautas que aplicamos en el día a día para ayudar a interiorizar los contenidos :
1.- Dividir las tareas en unidades pequeñas.
2.-Sesiones breves y concisas en cada área.
3.-Hacer preguntas con frecuencia, para asegurarnos que está siguiendo la clase.
4.-No permitir que se centre solo en los temas que le interesan, habrá solo un tiempo limitado para ello.
5.-Relacionar, cuando sea posible el aprendizaje con sus temas de interés.
6.-Alabar mucho sus trabajos para subir su autoestima que suele estar baja.
7.-Fomentar y activar su capacidad social.